jueves, 20 de mayo de 2010

¡Fuera de aquí, que esto es MÍO!


Por: Marion Michelle Fryer Esqueda

He tenido una tonadita pegada a la cabeza estas últimas semanas. La he tarareado constantemente, y cada vez que la escucho me hace querer cantarla a todo pulmón sin importarme en lo más mínimo que un gallito salga a asomarse de cuando en cuando. ¿Qué canción es? Uy una muy buena, es de los tigres del Norte, se llama: “José Pérez León”…


… El era un hombre de campo, oriundo de Nuevo León, tenía sólo 19 años, su nombre José Pérez León…

La historia transcurre contando la triste infortuna de este jóven, que en busca del sueño americano, cruza la frontera muriendo en el intento y dejando atrás a su jóven esposa preñada con su primogénito.

Y la canción termina así:

… Así termina la historia, no queda más que contar, que otro paisano que arriesga la vida que muere como ilegal, de aquel José que mil sueños tenía y que a casa jamás volverá…

A primer vistazo puede sonar una historia muy trágica. Lo peor del caso es que historias como ésta, pasan a diario, con tramas más obscuras, dramáticas y crueles de lo que nos pudieramos imaginar. No es ficción, es una lamentable realidad cotidiana.

¿Cuántos de nosotros tenemos a algún familiar en Estados Undios, o sabemos de alguien que esté allá o haya intentado cruzar la frontera? Son millones los mexicanos que forman parte fundamental de la economía estadounidense (como fuerza de trabajo) y de la mexicana también (envío de remesas).


Esta mañana, mientras intentaba cazar las ideas revoloteantes en mi cabeza para darle forma a este texto, encontré inspiración en un artículo publicado por la Jornada.


Se ha aprobado en Arizona un proyecto de ley que criminaliza a todo indocumentado, facultando a los cuerpos policiacos locales para detener a quien sea que consideren “sospechosos” de ser inmigrante sin papeles. En lugar de conjugar esfuerzos y conocimientos que brinde una solución al problema a través de una reforma migratoria integral,


¿Qué se nos brinda por respuesta?

¡“El proyecto de ley más antimigrante del país”! respaldado por John McCain (ex candidato presidencial), quien en otras condiciones políticas había sido promotor de la reforma migratoria. Al parecer, no sólo en nuestro país tenemos políticos “barco” que se mueven de acuerdo a la marea y son empujados por los vientos huracanados de intereses políticos, económicos y personales. ¿Qué podemos esperar bajo estas situaciones? El tan sólo pensar en ello me arranca suspiros de desesperanza.

Pero, ¿Qué hay de la frontera sur? Exigimos respeto hacia nuestros compatriotas que emigran a los Estados Unidos, pero acaso ¿Nosotros damos lo que exigimos a nuestros hermanos centroamericanos que se aventuran en la odisea de cruzar México para llegar con el tío Sam?

Las mismas historias de terror se repiten en la frontera Sur de la república. Los indocumentados centroamericanos son víctimas de abusos por parte de la autoridad, represalias, se exponen a diario a innumerables peligros.

¿Y qué tienen los indocumentados mexicanos y centroamericanos en común?
La búsqueda de un mejor futuro para ellos y los suyos, dejando atrás una historia de perpetua pobreza y carencia de oportunidades.

Promovemos leyes que deshumanizan a mujeres y hombres. Acciones que promueven el odio entre iguales. El efecto dominó de incongruencia tras incongruencia. Estas medidas anti migrantes provocarán abuso a los derechos humanos, xenofobismo, abusos de autoridad, pero sobre todo, dejarán el problema sin resolver.

Damos fuerza a un sistema económico en el que por todos los medios posibles se nos exige ser parte de un mundo de consumo masivo como el único camino para alcanzar la felicidad. El problema recae en que la mayoría de la población no tiene acceso a este mundo del consumo, cubriendo apenas las necesidades básicas para sobrevivir. Está claro que mientras no rompamos con las condiciones que engendran la desigualdad económico-social no habrá solución.

Podemos levantar muros de 100 metros de altura, poner jaurías de perros furiosos patrullando las fronteras y fortalecer más y más las medidas antiinmigrantes… pero mientras el orden económico y político mundial permanezca inamovible y nuestros brazos sigan cruzados … millones de Josés Pérez León seguirán arriesgándose a cruzar fronteras año con año por una vida mejor.


Para escuchar la canción de Los Tigres del norte: (http://www.youtube.com/watch?v=YMwOXv7nUaE)

Revisa el artículo completo sobre la ley migratoria en Arizona en la Jornada en internet:
http://www.jornada.unam.mx/2010/04/20/index.php?section=mundo&article=027n1mun

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