martes, 13 de mayo de 2008

Pablo y compañia

Genero: Cuento
Pablo y compañía
Julián Atilano Morales

Deseas hablarle a Sofía pero tu madre esta hablando por teléfono, lleva más de una hora, no te importaría tanto sino quisieras follarte el culo de Sofía.
Desde tu habitación alcanzas a escuchar que tus padres van a ir al teatro al anochecer y después a bailar, tus posibilidades con Sofía esta noche han crecido enormemente, al igual que tu lujuria.
Enciendes un cigarro y te acuestas en tu cama, continúas leyendo un cuento de Arreola, ya se te ha olvidado como se llama, aun ignoras si el forastero va a llegar a la ciudad de T.
Logras recordar el nombre del cuento, cierras el libro, le das la ultima fumada al cigarro, tiras la colilla en el cesto que esta a un lado de la puerta, ya no escuchas a tu madre hablar, vuelves a la cama, levantas la bocina presionando el numero 5, se marca automáticamente el teléfono de Sofía, recuerdas que no recuerdas su numero, te ríes y piensas en metérsela.
No dejas mensaje y cuelgas, seguramente se fue a Puebla con su tía; lo supones.
Tu posibilidades de tenerla se esfuman.
Te levantas a orinar, tus padres se despiden de ti a gritos, se divierten les contestas de la misma manera.
Has marcado cinco veces, ya no lo supones.
Bajas a cenar, tu madre te dejo albóndigas en la estufa, terminas y enciendes otro cigarro, subes a tu habitación esta vez cierras la puerta, el cigarro cae al cesto. En la televisión empieza el noticiero nocturno, escuchas los encabezados y la apagas, terminas de leer el cuento; ahora comienzas a leer un libro que habla de los escritores que de pronto dejan de escribir e indaga el autor por que tomaron esa decisión.
Al paso de la lectura vuelves a pensar en Sofía, dejas el libro para masturbarte; te metes entre las sabanas, prendes la bachicha de un porro, le das tres fumadas hasta quemarte los dedos, te vas fumando al baño, tiras la colilla al retrete y te sientas a cagar, observas los azulejos perdiéndote en los cuadros regresas a tu habitación cerrando la puerta; caes dormido.
Enérgicos golpes se escuchan en la puerta de tu habitación, somnoliento te levantas hacia la puerta, los golpes no paran, estiras la mano para abrir, ¡abre rápido! Escuchas del otro lado, recuerdas que estas solo, tus padres llegan mañana.
Los golpes paran, oras todos los rezos que se te vienen a la mente, buscas cualquier explicación, desde que estas pacheco, hasta que todo es un sueño, de alguna forma el cansancio vuelve, menos temeroso vuelves dormir.
El sonido del teléfono te despierta, miras el reloj, ya son las diez de la mañana, es Sofía, levantas la bocina, le contestas hablan aproximadamente quince minutos, te platica como le fue en Puebla junto con los detalles que no te interesan, acuerdan verse a las 5 en tu casa.
Tus madre te grita para que bajes a desayunar, te levantas y te pones la misma ropa que ayer, prácticamente te estas orinando, sales de tu habitación, intentas abrir el baño, pero esta cerrado, golpeas la puerta; ¡abre rápido! gritas; nadie abre.

4 comentarios:

Andrés Martínez dijo...

Uuuuuy, muy buen cuento¡¡, no sabia el final, ni lo imaginaba, cierras en un circulo, esta bueno, muy bueno felicidades.

Julián Atilano dijo...

arre, jajajaj. gracias. Fue un ensayo de algo que tengo en mente, espero resulte.

awevo y a trabajar banda!!!!

socragoras dijo...

¿y?, ¿tiene continuación?, o lo más interesante es el tener sexo con la persona que más amas... tu mismo.

Julián Atilano dijo...

Me interesan los cuentos, los cuentos fantásticos, aquellos en que, por la suma de elementos reales y de elementos extraños e inexplicables se vacila entre una explicación natural o una sobrenatural y deja al lector sumido en la incertidumbre.
La irrealidad es una de las características del arte, nos enseña algo sacado de contexto para hacernos pensar, reflexionar, soñar.