lunes, 6 de abril de 2009

¿EL NUEVO JEFE DE JEFES?

Gran revuelo ocasionó la inclusión del popular narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alías el “Chapo”, como el multimillonario número 701 en la famosa lista a nivel internacional que publica la revista Forbes. La citada publicación considera en su “cuadro de honor” a los magnates que cuentan con una riqueza superior a los 1000 millones de dólares. Guzmán Loera, líder del Cartel del Pacífico y prófugo de la justicia mexicana desde el año 2001 (se fue por la puerta grande de Puente Grande), aparece empatado en la misma posición con Emilio Azcárraga Jean, dueño de Grupo Televisa, la mayor cadena de medios en Latinoamérica. Las primeras posiciones, como era de esperarse, sólo consistieron en un reacomodo de lugares entre los señores Gates, Buffet y Slim (los cuales, por cierto, no se han salvado de los efectos de la crisis, ya que han visto reducidas sus fortunas sustancialmente, en un episodio nuevo de “los ricos también lloran”). La polémica alrededor de esto se suscitó por tres cuestiones bastante lógicas que, a pesar de las explicaciones que podamos escuchar o elaborar, no satisfarán nuestras dudas.
La primera de estas cuestiones es: ¿por qué incluir a un reconocido delincuente en esta lista? ¿es un compló gringo, como dice Calderón? ¿Es simplemente una apología del “narco” o alguna broma de mal gusto? A muchos nos sorprendió ver a Guzmán Loera junto al jet set de empresarios a nivel mundial (lo cual, por cierto, no los exime de ser también delincuentes, aunque nada me conste al respecto). Pero lo que más sorprende es la segunda cuestión: ¿de dónde sacó Forbes esa información? ¿Es fidedigna? A lo anterior, citó la respuesta de la editora en jefe de Forbes, Luisa Kroll:
“Hay gente que se dedica a seguirle la pista a este dinero, y tenemos a un reportero de habla hispana que se pasó mucho tiempo en México y tiene muchas fuentes, ya sea en la DEA o consultorías que le ayudaron a rastrearlo y localizar y dar con la gente correcta con quién hablar, a rastrear el dinero de las drogas, pero como es un problema tan grande, definitivamente hay mucha gente que está siguiendo la pista del dinero que está fluyendo a través de las drogas”.
Claro, que uno después de escuchar esto no queda ni la mitad de convencido, ni de la veracidad de la información, ni de los motivos de Forbes para publicarlo. Pareciera que el “narco” está de moda y que hay que exprimirle lo mediáticamente posible, incluso recurriendo a datos provenientes del tipo “el amigo de un amigo me dijo”.
La tercera. Suponiendo que le damos el beneficio de la duda a Forbes por su profesionalismo e integridad, ¿por qué no proporcionar a las autoridades los recursos suficientes para lograr su captura? Es decir, alguien que conoce los estados financieros del “Chapo” seguramente sabe también dónde se ubica y, probablemente, hasta haya participado activamente con él. Digo, sería más sencillo que se proporcionara la información a esperar a que algún caza recompensas con alma de vengador anónimo acepté el reto de atraparlo por los 5 millones de dólares que vale su cabeza (oferta que “el Chapo”, risueño y gustoso, mejoraría en un instante). Eso nos deja dudando mucho en relación a los intereses en juego y las intenciones de Luisa Kroll y sus secuaces.
Ante este escenario, tal parece que los bien amados Tigres del Norte tendrán que hacer la segunda parte de “Jefe de jefes”, pero para dedicársela en esta ocasión a Guzmán Loera, y no a la “leyenda”, Pablo Escobar Gaviria (del cual por cierto, se estima, dejó al momento de ser asesinado una fortuna de 3000 millones de dólares, pero que para su mala suerte, no contaba en ese momento con el apoyo del nada prejuicioso consejo editorial de nuestra revista de marras). Si le creemos a Forbes, Guzmán Loera es el narcotraficante más pudiente a nivel mundial (que se pongan a temblar los demás, desde los otros cárteles mexicanos hasta los Yakuza japoneses) y un gran ejemplo de emprendedurismo ilegal (los compañeros que estudian carreras comerciales, por favor, no se den de topes en la pared) que logró conmover al mundo con su éxitos financieros.
Calderón está molesto. Claro que sí. Después de este evento, cualquier lucha contra el “narco” será infructuosa. Mejor ejemplo de política sería aprovechar los incentivos y los ánimos de la opinión pública y crear la primera Universidad del Narcotráfico, en la que se formen los líderes de cárteles del mañana que pongan el nombre de México en las listas internacionales dentro de los primeros lugares (aunque el fútbol es un caso perdido, a pesar que ya hay Universidad del Fútbol). Hay mucho talento en las calles, practicando en el terreno amateur. Está demás decir a quién propongo como rector vitalicio y doctor “honoris causa”. Ω

Por: Victor Manuel López Tirado.

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